viernes, 29 de noviembre de 2013

Artimaña lluviosa

El sábado pasado llovía. Así que en vez de salir todos de casa, elPapá que es más listo que nadie, dijo que "para ir con el plástico de la lluvia..." Y se quedó en casa con laBebé. Yo soy cabezota y decidí salir igual a comprar dos chupetes a la farmacia. Peggy me acompañaba.


Ella proviene de Utrera. Lugar en el que, me da la sensación, no llueve mucho...

La primera vez que la saqué lloviendo, se metía en todos los portales. En cuanto pudo, echó a correr hacia un lugar cubierto.

Estando aquí de visita, laÀviayelAbuelodelaBebé se amotinó en la puerta de casa. Se apiadaron y la devolvieron al sofá...

Yo le he comprado un chubasquero (que no se diga), pero no es muy partidaria de usarlo.


Pues con estos antecedentes y con una lluvia intensa, salimos a mojarnos. De ida iba resignada, pero tranquila. La até en la puerta de la farmacia, ella se colocó dentro, compré y salimos. Yo pretendía ir a hacer algún recado más, pero ella empezó a cojear. No apoyaba la pata delantera izquierda.

Me paré a mirárselo. Nada.

Daba pocos pasos y a cojear.

Se sentaba.

Iba a saltitos con tres patas.

La metí en un portal a observar. Nada.

Pensé en lo maladueña que soy, el sufrimiento y dolor de la pobre. Quería llegar pronto a casa para verlo con luz. La cogí en brazos y así llegó hasta casa.

Ya no cojeó más. Se curó de golpe. La ausencia de lluvia, el calor y el sofá próximo hicieron efecto.

Ahora ya lo sé. Para la próxima vez...


Peggy con su chubasquero.



miércoles, 27 de noviembre de 2013

¡No a los zapatos! ¡¡¡Ni a los abrigos!!!

Este mes de octubre compré a laBebé sus primeros zapatos... Hasta ahora había usado alguna cosa cuando iba en mochila por si tenía frío en los pies, pero de esos de bebé pequeño, con suela de ropa y heredados de las primas.

Antes de entrar en situación zapatil, aclaro que no me gustan los zapatos. Apenas tengo. De niña tenía (y aún un poco) los pies planos y llevaba unas botas horribles y después zapatos con plantillas, les cogí mucha tirria y todavía no se me ha curado. Soy resistente y cabezota...


Pues eso, que churumbel en el cole sale al patio y, como se pone tanto de pie, necesitaba algo más fiable que los MARAVILLOSOS calcetines con suela completa antideslizante que usa... Así que decidí comprarle unos. Sabía que no quería las típicas botitas porque son malas para el desarrollo de la criatura, no necesitan proteger el tobillo, deben ser blanditos y cómodos. Tras dar unas cuantas vueltas, los encontré. 50 euros (no tiene más que unos), rosas de charol y de la marca Chiquitín. 

En la guardería se los pusieron al día siguiente, dicen que estuvo muy enfadada y que al descalzarla, separaba los dedos de los pies y los miraba muy fija y con alivio. Ahora sólo los usa allí y para salir. Yo

lunes, 25 de noviembre de 2013

La Verdad de Núvol: residencias

El pasado 2 de julio empezó una serie de artículos que vienen a contradecir el estilo alegre-divertido que intenta tener este blog. El autor es Núvol y siempre están escritos desde el odio más sincero y honesto.


Hace días que no escribo, pero es que estaba de mudanza...

En esta casa en la que permito vivir a los humanos (y se me ha colado una perra), hay un mirador. Un rincón muy bonito desde el que se ve la calle, fresco y soleado. Con vistas y un silloncito (el mío). MiEsclava puso unos visillos que me perturbaban y les hice agujeros para que lo entendieran, me sacaron uno. Y allí pasó yo mi tiempo en primavera y verano (y días soleados), miro por la ventana con desdén, critico (mentalmente) a los que veo pasar, cazo alguna mosca, descanso de tanto esfuerzo, duermo sobre el cojín que me recolocan a diario... Vamos, ¡un estrés!

Ya lo he explicado: es mi residencia de verano y de días soleados.

Durante una época, estuve a punto de perderla. instalaron la cama de laodiosaPucca allí y quedaba muy mal, rompía toda la estética. Durante varios días tuve que esforzarme en mostrar mi descontento para que lo entendieran y la relegaran al rincón...


Quedaba mal. Vosotros también lo veis, ¿verdad?


Pero hace días que ha llegado el frío a Gijón. Winter is coming que diría en friki, pero es normal que is

viernes, 22 de noviembre de 2013

Venid a verme: ¡merendaremos!

Hace tiempo que quería crear la sección "Venid a verme" en la que pudiese ofrecer opciones y alternativas a realizar si alguien decide venir a visitarnos desde Barcelona (o cualquier otro punto, que no somos maniáticos con eso).

Querría haber ilustrado la sección con fotos de Pucca en cada rincón especial, pero esa modelo desapareció. Por eso ha quedado parada un tiempo, pero ya volvemos ¡y con fuerza! Tenemos musas de sobra y ganas de huéspedes en casa...


Uno de los primeros lugares de los que quería hablar es Aliter Dulcia, una muy preciosa cafetería delante de casa. Allí Isabel prepara los pasteles, cupcakes, croissants, etc a diario y Susana y Carlos sirven con una dulzura excepcional.

Es muy agradable y acogedor, la música es estupenda, tienen prensa y aceptan a Peggy y a laBebé, ¿qué más se puede pedir? Pues eso, cuando vengáis, ¡bajamos a merendar!

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Piscina para bebés

Allá por la primavera una incauta mamá pensó que era MUY MUY MUY buena idea hacer natación para bebés con su susodicho churumbel.

Busqué información en Internet de dónde podía hacer algo así en Gijón y encontré un lugar. Se podía empezar a partir de los seis meses de edad por lo que decidimos esperar al mes de septiembre. Existía la opción piscina normal o piscina de agua de mar,  decidimos decantarnos por la primera opción para ir probando.

Hablé con una madre experimentada que me recomendó no ir sola. Es un poco estresante llegar a un vestuario, ponerse bañador propio y a la criatura, realizar la actividad y volver a empezar de vuelta. Anotado ese conocimiento, voy con elPapá.

La pediatra de Barcelona me había dicho que si a la niña no le gustaba, lloraba mucho o veía que cogía frío (en el agua), no la llevara, podíamos esperar. También apunté esos datos.

Las dos primeras sesiones (de media hora una vez a la semana) las hizo laBebé con suPapá. Va muy bien. Le encanta y no llora nada. Usamos pañales de agua y bañador, gorro de piscina y toalla cualquiera. En el vestuario me arreglo sola con bastante gracia.

A ella le gusta tanto la actividad que los monitores ya la llaman por el nombre. No hace largos de piscina ni bucea, pero se sumerge sin problema ni miedo, chapotea, juega, ríe, disfruta y acaba muy cansada para dormir una siesta estupenda.

¿Lo malo? Pues la razón por la que no entré en el agua las dos primeras semanas: ¡la depilación! Hay que estar arreglada, cosa que para una mamá desastre y trabajadora como yo, no siempre es fácil. Pero también es un aliciente, ¿no?

Todavía no cosen caballitos en nuestros bañadores, pero ya os iremos informando.


lunes, 18 de noviembre de 2013

Ten cuidado con lo que deseas...

El lunes pasado yo explicaba en este blog, toda pizpireta y satisfecha, mi salida del sábado por la noche. El domingo no fue muy mal y mantuve bastante la compostura, pero... El karma vuelve para vengarse.

Una deseó una noche de juerga, el karma me dio dos (la del sábado y la del domingo).

Cuando me iba a acostar, cierta bebé decidió despertarse: de 12 a 2 y media de la mañana. Y a las siete, ¡otra vez! Así que me presenté a trabajar con más pena y sueño que nunca, medio cerebro y alumnos nerviosos.

Los lunes trabajo por la tarde, así que a laBebé la recoge suAbuela, ese día no podía, pero vendria elPapá. A las tres de la tarde decidí estirarme quince minutos para descansar.

Deseé una siesta, ¡ilusa de mí!

Nada más tumbarme en el sofá, sonó el móvil, la profe del cole de laBebé me informaba que la susodicha estaba enferma y vomitaba. Subí a buscarla rapidísimo. Tenía gastroenteritis. Me vomitó un poco (dos

viernes, 15 de noviembre de 2013

Oh, Instagram I love you!

Antes publicaba los miércoles en los "Miércoles Mudo", pero encontré otra red social que me tiene tan enamorada que ya copa todas mis ansias fotografiadoras y cotilleadoras de fotos ajenas.

Es Instagram, me encanta. Es rápida y bonita. No tengo spam ni publicaciones no deseadas. Así que, por ahora, ahí seguiré.

Dejo unas cuantas imágenes de las colgadas allí. Si os animáis, estaré encantada de seguiros:


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Muselinas, el must de una ITBaby

Mi madre desde que se ha convertido en laÀviadelaBebé (y antes supongo que también, pero yo no lo notaba tanto) se ha convertido en una observadora de bebés y sus utensilios. Siempre que ve algo interesante me lo explica en una de las dos o tres llamadas diarias que nos hacemos (sí, soy muy apegada).

Pues esta primavera empezó a hablarme de que le gustaba que los bebés en Barcelona llevaban unas mantitas muy ligeras, que creía que estaban muy bien y que servían para todo: taparlos, envolverlos, cubrir el capazo si hace Sol, etc. Decía que eran muy bonitas y estaban en muchos colores y estampados. Yo miré por Gijón, pero no había.

Ella, avispada, rauda y veloz, se lanzó a preguntar a la gente que de dónde la habían sacado: de la calle Muntaner, de una tienda de niños, de Textura...

Así que aprovechamos a ir a éste último lugar cuando estuvimos allí en junio. Compré una con un estampado rojo. La usamos para el cochecito y para casa. En ese momento, con nuestra elegancia particular, elPapá y yo lo llamábamos eltrapoA los pocos días, me dice elPapá:
-Oye, eltrapo le gusta mucho, le va bien para dormir. Nos iría bien tener otro.
Como a buen entendedor, pocas palabras bastan, laÀvia y yo compramos una más en el mismo sitio: esta vez de topos verdes y violetas. También aproveché para comprar otra para regalar a unos amigos que acababan de tener un niño. A ellos se lo mandé por correo junto con un juguete. Como me reí cuando, al recibir un paquete de ellos, ¡nos habían comprado otra a nosotros! Los dos pensamos que era el objeto imprescindible para regalar.



lunes, 11 de noviembre de 2013

Reuniones de tupper y juergas varias

Cuando yo era niña, fui una vez a una reunión de tupper ware, acompañé a mi madre que iba con pocas ganas. Creo recordar que no compró nada. Se realizó en el salón de otra mamá y allí se dio de merendar mientras explicaban qué caja de plástico servía mejor para cada alimento.



Con mis amigas de Gijón hace tiempo que decidimos organizar otra reunión de tupper, pero como ninguna somos muy de cocinar y esas cosas ya no se estilan, contactamos con una asesora. Si éramos quince o más, se hacía sorteo (¡fuimos diecisiete!) Las mujeres estamos muy interesadas en reunirnos con nuestras similares. Así que:
"Cuando laBebé lo era, su madre fue un día a una reunión de tupper, ella no la acompañó. LaMamá iba con muchas ganas. No recuerdo que comprara nada. Se realizó en el salón de una amiga y allí se dio de beber y de cenar mientras explicaban qué era cada cosa."

En la imagen, nuestra reunión de ayer. Si alguien quiere más detalles, lo siento, no daré más. ¡Que me lee mi madre!


Lo pasamos muy bien y nos reímos mucho. Es una suerte poder contar con un grupo así sólo un año después de haber llegado a la ciudad...

Una vez ya has abandonado a la familia, hay que aprovechar la libertad y salir un rato más. Un rato corto desde las siete y media de la tarde del sábado hasta las seis de la mañana del domingo. Para eso teníamos planeada esa fecha desde finales de septiembre...

Aunque parecía que la noche se iba a apagar y hubo alguna pérdida de refuerzos por el camino, ¡seguimos adelante! Para eso llevábamos feromonas en el cuerpo; que aunque no se puede asegurar que los humanos las segreguemos, ¡da igual! Nos lo dicen, nos tomamos tres cervezas (o cuatro) y nos lo creemos todo. Además, conseguimos lo que quisimos a nuestro alrededor.

Bailamos como locas ("los papeles no los perdimos, los dejamos en casa" dice una amiga), reímos, hicimos muchas fotos y volvimos contentas y relajadas. ¡Una noche estupenda! Ahora hay que descansar y esperar por la próxima...

Pero, ¡hay que ser previsor! Yo pacté no ser madre hasta el mediodía, pero laBebé no entiende de cansancios y esta mañana, cuando elPapá la ha traído a nuestra cama, se ha emocionado mucho (como una groupie frente a una ronckandrollstar) y se ha dedicado a soltarme grititos y tocarme el pelo. Al llevársela él de allí, para que yo pudiese dormir, ha llorado mientras me lanzaba sus bracitos.

A las once he resurgido, cansada, pero bastante entera y ya he sido la mujer respetable y responsabe que pretendo ser. Tengo el cuerpo cansado, pero el corazón contento y estoy encantada porque tenía ganas de pasarlo bien.


Desde aquí quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a todas las personas que me sacaron a reír y bailar y, muy especialmente, a elPapá que lo hizo posible con sus cuidados a laBebé.

viernes, 8 de noviembre de 2013

La cesta del hospital

Ahora que ya soy una experta con la cesta de la Escuela Infantil, he recordado la confección de la cesta del hospital para el parto.

¿Qué llevar? Era una de las cosas que me atormentaba durante el embarazo. Yo que soy nerviosa, obsesiva y exagerada, hago las maletas con exceso de equipaje y (al menos, mentalmente) con mucha antelación.

Diré que las tenía preparadas desde hacía un mes; y quince días antes del día, ya las había metido en el coche... Creo que todas (o casi) fueron útiles y, de algunas, hubo que ir a buscar más.


Ahí va mi lista de cosas:

  • Los papeles del médico. Yo llevaba una carpetilla (tamaño medio folio) con todo lo relacionado con mi tripón.
  • Cosas para la higiene. Yo compré un pack de "Dove" con champú, gel, crema, cepillo de dientes, etc. Resultó muy práctico. ¡También llevé la plancha del pelo! Fue la última vez que me lo pude arreglar en meses...
  • Ropa. Llevé un camisón nuevo que compré de rebajas en Women's Secret, un par de pijamas de pantalón y una bata comprada muy barata en Oysho con zapatillas a juego. (Yo no quería, pero luego

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El porqué sí de la Escuela Infantil

LaBebé va a la Escuela Infantil desde los siete meses y medio. (Voy a intentar no decir "guardería", pero si lo hago no me lo tengáis en cuenta, no es peyorativo).

Empezó en ese momento porque a mí me tocó reincorporarme el 10 de junio (y en Barcelona) por lo que no tuvo ocasión de ir antes. Y, sí, yo tengo muchas vacaciones.

Hay quien escoge no llevar a los niños al "cole" hasta los tres años, pero yo no iba a ser de ésas.

  1. Por una parte, yo NO estoy preparada para ser ama de casa, ni me gusta ni valgo.Odio la casa y sus quehaceres, los hago mal regular. Si trabajo, tengo esa excusa, pero sino, se me ve el plumero (ese que ni toco, ni hay en mi casa).
  2. Me encanta mi trabajo y no quería renunciar a él y lo que significa para mí: sueldo, vida independiente, sentirme realizada, compañeros, vida social...
  3. Quiero mucho a mi hija, pero (a ratos) me agotaba estar con ella. Deseaba que se durmiera para poder hacer cosas tan estúpidas y mundanas como: vaguear, mirar el móvil, PC o tele, ducharme, hacer la compra, cocinar o comer. Algunas de las cosas anteriores son más complementarias que otras...
  4. La opción abuela quedaba descartada porque no soy partidaria. Cada cual cría a sus hijos como puede (y quiere) y va bien que te echen una mano, pero (para mí) todo tiene un límite.
  5. No tenemos dinero para tener a alguien en casa. Además, que sea una persona indicada para estar con la niña. Además, somos humanos y también caería en el punto "3" (como yo).

Así que buscamos una Escuela Infantil pública y cerca de casa. Tuvimos la suerte de entrar y, aunque pagamos una pasta, estamos encantados.
  1. El edificio no es nuevo, ni grande, pero todo está muy bien. Tiene patio y lo usan casi a diario.
  2. Las personas que la atienden son profesionales que no pueden incurrir en el punto "3" de la lista.
  3. Yo tengo un MUY buen horario y puedo recoger a laBebé antes de las 4 de la tarde. ElPapá la deja a las nueve.
  4. La tutora es fantástica: tranquila, sonriente, cariñosa y comunicativa. La niña va encantada y no ha llorado nada.
  5. Hacen actividades y experimentan; aprenden canciones y bailan; no diré que socialice, pero juega acompañada y se relaciona.

Ésta es nuestra opción. Válida como cualquier otra, que cada quién escoja la suya...



Hay bebés que van a la guardería (¡ups, se me ha escapado) a hacerse más sabios; yo me conformo con que la mía vaya a pasarlo bien.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Cuando Núvol decidió no volver...

En el piso del Raval de Barcelona había patio, allí vivía un gato callejero, Smelly, le llamábamos y convivía con los gatos de otros vecinos cuyas casas daban a ese lugar.

Núvol no podía verlos porque nuestro piso daba a la calle, pero ahí estaba yo para solucionarlo... Le bajaba de vez en cuando para que pudiese andar entre las plantas y observar a otros gatos. Así soy yo. 

Él solía acabar escondido debajo de un matorral y yo solía acabar arañada al sacarlo. Así es él.

Núvol, saludando a Smelly

Lo que sí le gustaba era salir a pasear. Ya lo explicó aquí. Yo le abría la puerta de casa y él se iba a dar una vuelta. Casi siempre se quedaba en una ventana de la escalera del edificio que daba al patio. También le gustaba trastear por el cuarto de los contadores.

Cuando se hacía tarde, le llamaba y subía corriendo; si estaba muy entretenido, se hacía el sordo y yo bajaba a por él.

Pero hubo un día que no volvió y yo lo busqué y llamé mucho rato. Al final me tuve que ir a trabajar con un
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