miércoles, 7 de mayo de 2014

De cerdos (animales) - Operación cerdito in progress


El viernes publiqué esta foto en mi Instagram. En ella, aparezco con un cerdo en brazos. Un animal de granja nacido para serlo, pero con la diferencia de que éste no ha crecido. No ha sido algo intencionado, sino que en el parto normal de su cerdamadre, nacieron varios más pequeños, dos murieron, uno sobrevivió y los otros ocho siguieron su curso de crecimiento normal.
La granjera (una mujer encantadora) los cuida con mucho mimo, después los venderá y alguno se quedará para uso doméstico. La vida de cualquier cerdo de granja. Pero el que está pequeño no sirve, no se puede vender y no lo pueden tener en casa. Había que encontrarle una salida

Yo, que soy un poco chiflada, adoro estos rosas animales. Es más un mito que un conocimiento porque
tampoco los he tratado tanto. Simplemente me parecen entrañables, con sus colas enroscadas, sus orejas preciosas y sus hocicos besuqueables. Supongo que también tendrá algo que ver el apodo que tenía para mis hermanas...

Pues eso, que elPapá me sedujo con una visita a la granja de gochos y allá fuimos. 

Anteriormente, ya me había planteado tener un cerdo como mascota. Es un hecho que nos habíamos planteado antes de tener a Núvol y una vez lo teníamos, antes de adoptar a Pucca. Me informé, encontré por Internet el criadero que había proporcionado a Miseria a TV3 para la serie que llevaba su nombre. Allí supe que estos preciosos animales rondan los 50 kilos, si están a régimen estricto, o más. Descarté empujar a un cerdo por un aeropuerto.

Tras la pérdida de Pucca, me lo volví a plantear. Pero no, me imaginé llegar a la calle desde el ascensor, con sus escalones, acompañada por silla de bebé y cerdo... Fue descartado rápidamente. 

Lo que me preocupa es que hay personas menos responsables que yo, que no se informaron debidamente y los adquirieron y, ahora, se arrepienten.

Pero el viernes volví a tener un cerdo en brazos, con sus chillidos y su nerviosismo. Buscaba familia. Ojalá... Si yo tuviera jardín. Si pudiera darle una buena vida, pero no. Aunque no dejé al marrano en la estacada, le busqué un hogar. Ya lo tengo apalabrado. Se va a la Granja Escuela de Colunga, cedido de forma gratuita por sus granjeros propietarios.

Ahora debo encontrar un hueco las próximas semanas para hacer la Operación Cerdito que consistirá en el traslado del animal. Y, de paso, espero poder visitar las instalaciones de Colunga. Ya os contaré...

Por si os animáis a tener un cerdo, una web con información:

Pero fijáos que hay demasiada oferta de ellos y será porque no son fáciles de cuidar, ni de colocar. Me horroriza leer estos anuncios:


3 comentarios:

  1. Uaaaaalaaaaa!!!! Qué fuerte!!!
    Me ha encantado esta historia!!!!
    Por cierto, estás radiante en la foto!!!
    Un besazo, corazona!

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    Respuestas
    1. La luminosidad es por el amor que le profeso a los cerdos. Ya os explicaré cómo es la experiencia de transportar en un coche familiar a un cerdo chillón...

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    2. La luminosidad es por el amor que le profeso a los cerdos. Ya os explicaré cómo es la experiencia de transportar en un coche familiar a un cerdo chillón...

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¡Me encanta leer comentarios!

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