lunes, 12 de enero de 2015

All I want for christmas is you by Peggy

Queridos lectores,

Disculpen la tardanza en nuestros escritos, pero es que hemos estado muy ocupadas en cosas del hogar y del corazón (para qué nos vamos a engañar).

Sí, así se lo suelto a ustedes, a bocajarro. He establecido una relación amorosa correspondida y feliz con momentos de convivencia con un can de origen catalán establecido en el centro de Gijón.


Les haré un resumen:
"LaAmita se iba de vacaciones a Barcelona y yo, no. En principio, me iba a quedar con donPapá, pero él debía ausentarse unos días y yo finalmente quedé en casa de una amiga. ¡Ay! ¡Lo que me deparaba el destino! Un joven, aunque un poco bruto, perro estaba allí con el único objetivo de conquistarme. Yo me hice de rogar, pero al final sucumbí a sus encantos y decidimos establecer una relación formal. Todo va bien. Finalmente, llegó el instante de separarse y yo me fui a mi casa con la promesa de vernos pronto."

El cortejo.



Ya iba enamorándome. Ese día de ayuno nos unió mucho.

Enamorada.

Alguna de las cosas que nos gusta hacer juntos son:

  1. Pasear, aunque, bueno, cada uno a su ritmo.
  2. Ladrar a perros grandes. Bueno, eso sólo lo hago yo porque él me protege.
  3. Correr, bueno eso lo hace él.
  4. Robar comida a los mastines. Acción también protagonìzada por mí.
  5. Pelear por la manta.
  6. Tumbarnos en todo sofá que nos dejan.
  7. Vomitar y salir huyendo (también yo).
  8. Dormir con humanos yo y él en el sofá.
  9. Me ha introducido en el mundo de los aperitivos del pan de centeno.
  10. Hacemos grandes guardias de periodismo si la ocasión lo requiere.
Estamos hechos el uno para el otro...




Finalmente, el reencuentro llegó el sábado y yo bajé nerviosa y pizpireta a la playa. Allí coincidí con un conocido. Creo que ese fue el principal error, debió ponerse celoso del robusto labrador negro, pero lo nuestro es solo amistad.

Mi enamorado llegó y se hizo el interesante.

Le indicaron que yo estaba, pero ni así.

Cavé un agujero para lucirme.

Ladré a una perra que se le acercó.

Participé en sus juegos.

Pareció que se rozaban nuestros hocicos, pero él se fue tras una pelota.

Al subir, me miró y yo supe que me sigue amando.


Todas las relaciones tienen sus altibajos, espero que no nos vuelva a pasar. Estoy deseando volver a verle.

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